Novena a la Virgen del Perpetuo Socorro

Novena a la Virgen del Perpetuo Socorro

$2.50

Descripción

Novena a la Virgen del Perpetuo Socorro

 

La Virgen del Perpetuo Socorro es una advocación mariana. La imagen original es un icono procedente de Creta y venerado en Roma en la iglesia de los Agustinos, a finales del siglo XV, y desde 1866 en la iglesia romana de San Pedro.

La datación del icono es difícil de precisar. Unos los sitúan entre siglos X y XI, y otros a comienzos del siglo XV. Su festividad se celebra el 27 de junio.

DESCRIPCIÓN DEL ÍCONO

El icono original está en el altar mayor de la iglesia de San Alfonso, muy cerca de la Basílica de Santa María la Mayor en Roma.

El icono de la Virgen, pintado sobre madera, de 21 por 17 pulgadas, muestra María con el Niño Jesús. El Niño observa a dos ángeles que le muestran los instrumentos de su futura Pasión mientras agarra fuertemente con las dos manos la de su Madre, quien lo sostiene en sus brazos.

El cuadro recuerda la maternidad divina de la Virgen y su cuidado por Jesús desde su concepción hasta su muerte.

 

ORIGENES DEL ÍCONO

Según una tablilla colocada antiguamente al lado del icono con los orígenes de la imagen, la cuna de este cuadro fue la isla de Creta, en el mar Egeo.

Un mercader sustrajo el icono de una iglesia, lo escondió entre su equipaje y se embarcó rumbo a otras tierras.

Durante la travesía sobrevino una gran tempestad y los pasajeros se encomendaron a Dios y a la Virgen. La leyenda cuenta que el mar recuperó su calma y el pasaje arribó a puerto seguro.

Poco después el mercader llegó a Roma con el cuadro y, tras algunas resistencias de la familia, el icono pasa a ocupar un lugar preferente en la iglesia de san Mateo, regentada por los agustinos. Era el año 1499, en tiempos del papa Alejandro VI.

 

SU ESTADÍA EN LA IGLESIA DE SAN MATEO

La iglesia de san Mateo era un templo menor entre las grandes basílicas de San Juan de Letrán y Santa María la Mayor.

Allí permaneció la imagen del Perpetuo Socorro durante trescientos años. Los escritores de la época narraron ampliamente los milagros atribuidos a la imagen.

El siglo XVII parece ser el más intenso en la devoción y culto a la Virgen del Perpetuo Socorro.

En febrero de 1798, con la invasión de Napoleón, sus tropas se apoderan de Italia y destruyen en Roma más de treinta iglesias, entre ellas la de San Mateo.

Los religiosos agustinos salvan el icono y se lo llevan consigo a una pequeña capilla, quedando allí sin culto popular y en el olvido.

En 1855 los Redentoristas compran unos terrenos al lado de la Via Merulana, muy cerca de Santa María la Mayor.

Se llamaba Villa Caserta y en su interior algún día estuvo edificada la iglesia de San Mateo. A través del padre Miguel Marchi se descubre en 1865 el paradero del icono.

El 11 de diciembre de 1865, los hijos de San Alfonso María de Ligorio, solicitan al Papa la concesión del Perpetuo Socorro.

El 19 de enero de 1866 la imagen regresa a la iglesia de San Alfonso, en el mismo emplazamiento donde había estado tres siglos.

LUEGO DE LA RESTAURACIÓN DEL ÍCONO

Restaurada la imagen, ocupa el centro del ábside de la iglesia de San Alfonso y su devoción e influencia se extiende a los cinco continentes.

El Papa Pío IX dijo, en la audiencia al Superior General de los Redentoristas el 11 de diciembre de 1865: “Den a conocerla a todo el mundo”. Juan Pablo II, en su autobiografía “Don y misterio”, al referirse a los orígenes de su vocación sacerdotal, afirma: “No puedo olvidar la trayectoria mariana.

La veneración a la Madre de Dios en su forma tradicional me viene de la familia y de la parroquia de Wadowice. Recuerdo, en la iglesia parroquial, una capilla lateral dedicada a la Madre del Perpetuo Socorro a la cual por la mañana, antes del comienzo de las clases, acudían los estudiantes del instituto.

También, al acabar las clases, en las horas de la tarde, iban muchos estudiantes para rezar a la Virgen”.

ACERCA DE ESTE LIBRO

Nuestra Madre, la Virgen María, tanto nos ama que está siempre con nosotros dándonos su socorro.
Por tal motivo, nosotros acudimos a ella bajo la advocación de Perpetuo Socorro, porque siempre está allí como la perfecta Madre, atenta a sus hijos.
Esta Novena invita a acercarnos a ella para ser hijos amados, ayudados y socorridos en nuestras más apremiantes necesidades, búsquedas y aflicciones.
Con María llegaremos a su Hijo, Jesús, y con ellos, obtendremos todas las gracias que más necesitamos.

Novena a la Virgen del Perpetuo Socorro

Valoraciones

No hay valoraciones aún.


Sé el primero en valorar “Novena a la Virgen del Perpetuo Socorro”

Disponibilidad: Hay existencias Categorías: ,
Usted acaba de añadir este producto al carrito de la compra: