La Fascinante Muerte de Jesús – Libro
Autor: José H. Prado Flores

Detalles del Producto: 66 paginas
Editorial: – Lenguaje: Español ISBN-13:

¿Son los judíos responsables de la muerte de Jesús?

¿Cómo luchar contra los prejuicios y malentendidos que han dañado durante mucho tiempo la fraternidad entre judíos y cristianos?

Comenzar diciendo que la Conferencia Episcopal de Francia ofrece un recorrido sencillo y práctico en torno a una veintena de preguntas a las que la Iglesia ha respondido para fomentar el diálogo.

Entre estas, quizás la pregunta más provocativa presentada por el padre Christophe Le Sourt, quien editó la obra: «¿Son los judíos responsables de la muerte de Jesús?»

Señalar entonces que «El Dios del Antiguo Testamento es violento, mientras que el del Nuevo Testamento es amor, la nueva Alianza ha reemplazado a la antigua, los judíos son deicidas”: tantos clichés transmitidos durante siglos que han alimentado sentimientos hostiles y despectivos hacia los judíos, lo que se llama antijudaísmo cristiano.

AL INICIO DEL CRISTIANISMO

Pero desde los inicios del cristianismo, aparece el término «deicidio» para calificar al pueblo judío.

El punto de inflexión de los años 60 y el papel decisivo de Jules Isaac cuya gran preocupación, que compartió el 13 de junio de 1960 con el Papa Juan XXIII, en Roma, fue hacer comprender a los cristianos que no es «justo» atribuir la muerte de Jesús al «pueblo judío».

Sin embargo, «Lo cometido no puede ser imputado indistintamente a todos los judíos que vivían entonces, ni a los judíos de nuestro tiempo», escribe el Concilio Vaticano II (Nostra Aetate, 1965), que se limita a repetir una enseñanza del Concilio de Trento, en el siglo XVI: «La Iglesia sostiene que es por el pecado de todos los hombres que Cristo, en su inmenso amor, se sometió a su pasión y a su muerte para que todos obtengan la salvación»…

Además de lo anterior, es  responder a otras representaciones caricaturescas e indignas de los cristianos que el servicio nacional para las relaciones con el judaísmo.

Los títulos de los capítulos de este libro se presentan en forma de preguntas que, en un principio, pueden parecer un poco provocativas: «¿Es la Iglesia el nuevo pueblo de Dios?», «¿Tienen los cristianos la misión de convertir al pueblo judío?»…

NUESTROS HERMANOS

Finalmente señalar que durante más de medio siglo, desde la declaración conciliar Nostra Aetate de 1965 ha señalado que los  judíos son «nuestros amados hermanos».