Libro de los Santos

Descripción

Libro de los Santos

¿Cómo se hace un Santo?

Muy probablemente te has hecho la siguiente pregunta: ¿Cómo se hace un Santo? ¿Cómo llega, un simple mortal, a los altares de la iglesia? Aquí está la respuesta:

Hay diez pasos necesarios, según la legislación canónica vigente, para los procesos de las Causas de los Beatos y de los Santos, para “hacer” un Santo.

 

Para ser Santo, pasos 1 al 5

Libro de los Santos se enriquece si iniciamos explicando los pasos para llegar a ser Santo. Veamos los primeros cinco pasos:

1.- Para iniciar una causa es preciso que pasen al menos cinco años desde la muerte del candidato.

2.- Debe ser clara entre el pueblo de Dios la convicción sobre la fama de santidad (“fama sanctitatis”) y sobre la eficacia de la intercesión del candidato ante el Señor (“fama signorum”).

3.- La instrucción  debe proceder del obispo de la diócesis donde ha muerto el candidato, la persona sobre la que se pide la beatificación.

4.- Una vez presentada la causa, el obispo de la diócesis, obtenido el “nulla obsta” de la Santa Sede, constituye un tribunal diocesano especial.

5.- Este tribunal diocesano, constituido, al menos, por un juez, un promotor de justicia y un notario-actuario, han de llamar a los testigos presentados por la postulación o por el mismo tribunal para que testifiquen sobre hechos concretos y, si es posible, experiencias personales sobre cómo vivió su fe y cómo practicó las virtudes cristianas el candidato a la beatificación.

 

Para ser Santo, Pasos 6 al 10

Habiendo analizado ya los primeros cinco pasos, veamos ahora los otros cinco:

6.- Terminada la instrucción diocesana, las actas y documentación pasan a la Congregación para las Causas de los Santos, donde se elabora la copia pública que sirve para el trabajo posterior.

7.- Presentada la “positio”, se somete al examen teológico de nueve teólogos que emiten su voto.

Si el parecer de la mayoría de los teólogos es favorable, la causa pasa al examen de los cardenales y de los obispos miembros de la Congregación, que se reúnen dos veces al mes.

Si el resultado es favorable, el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos pasa el proceso al Papa para que proceda, si corresponde, a su aprobación y autorice a la Congregación a redactar el decreto correspondiente de reconocimiento de virtudes heroicas.

A ello sigue la lectura pública y la promulgación del decreto. Desde ese momento el candidato pasa a denominarse venerable siervo de Dios.

8.- El siguiente paso es el reconocimiento de un milagro atribuido a la intercesión del candidato. Este milagro ha de haberse producido después de su muerte.

Se trata de una curación duradera y científicamente inexplicable.

El milagro requerido es estudiado por una comisión de teólogos, una comisión médico-legal y finalmente por el consejo de cardenales y obispos.

Con estos vistos buenos, se procede a que el Papa apruebe el milagro y se emane el correspondiente decreto de reconocimiento de milagro.

9.- Promulgados los dos decretos –el de virtudes heroicas y el del milagro-, el Papa decide la beatificación, que es la concesión del culto público limitado a un ámbito particular de la Iglesia.

Con la beatificación, al candidato le corresponde el título de beato.

10.- Para la canonización hace falta otro milagro atribuido a la intercesión del beato y ocurrido después de su beatificación.

Las condiciones y procesos para la verificación del milagro son las mismas que las seguidas para la beatificación.

Mediante la canonización se concede el culto público en toda la Iglesia universal.  Con la canonización corresponde el título de santo.
 

Testimonio de muchos Santos

Por lo anterior podemos entender la inmensa riqueza de este libro. Conoce los impresionantes testimonios de hombres y mujeres que un día decidieron lanzarse a vivir en la santidad que agrada a Dios. 

Es un buen regalo para adultos, jóvenes o niños de primera comunión o confirmación.

Entonces aquí encontrarás la vida de San Antonio; san Agustín, San Hipolito; santa Ageda; santa Catalina; santa Margarita; san Eduardo; san Roberto Belarmino; san Juan Nepomuceno; san Atanasio; santa Rita y muchos más.

 

Libro de los Santos